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El Templo de Salomón y la Carencia de Evidencia Arqueológica

Publicado el 21 de December de 2018 | Actualizado el 23 de January de 2021

El Templo de Salomón y la Carencia de Evidencia Arqueológica

El templo de Salomón  de acuerdo con la Biblia, fue la primera casa de Dios permanente de los Israelitas, construida específicamente para almacenar el Arca del Convenio.

El Arca, un cofre de madera cubierto en oro que contenía los diez mandamientos, era originalmente llevado por el pueblo escogido  y Moisés a través del desierto.

Cuando ellos llegaron a la tierra prometida de Canaan, ellos mantenían el Arca en el corazón del tabernáculo,  una estructura en forma de tienda vista como el lugar donde Dios moraba en la tierra.

Después que el Rey Saul unifico a los Israelitas, ellos se asentaron en Jerusalén bajo su el reino de su sucesor David. Fue Salomón, el hijo de David  que construyo  un lujoso templo, ahora conocido como el templo de Salomón. Eventualmente este se convertiría en el legitimo lugar de adoración de los Israelitas.

En la historia Judía este tiempo es conocido como el periodo del primer templo y  comienza alrededor de 1000 AC.

La única evidencia de la existencia de ese templo es la Biblia. No hay registros adicionales que lo describan y  hasta la fecha no hay evidencia arqueológica del Templo en lo absoluto.

Ademas, otros sitios arqueológicos asociados con el Rey Salomón tales como palacios, fortalezas y ciudades con murallas que tienen una semejanza a lugares y ciudades de la Biblia están también ahora en duda.

Hay un creciente acuerdo entre los estudiosos  en que la mayoría de estos sitios arqueológicos datan de  una fecha posterior a la que previamente se creía.

Algunos creen que puede haber una poca o ninguna evidencia arqueológica del Templo de Salomón en lo absoluto, por lo que se duda que este haya reinado sobre el vasto imperio que es descrito en la Biblia.

Brother Campos

Brother Campos

Soy Brother Campos, un ex-mormón y ahora ateo que escribe sobre religión de una manera abierta e interesante. Si la religión afirma tener una verdad, esta merece ser analizada.