Las Planchas Kinderhood
Las Planchas de Kinderhook eran seis planchas de latón en forma de campana con grabados que fueron mostrados al Profeta José Smith en Abril, 1843 mientras vivía en Nauvoo, Illinois.
Como él era conocido por haber traducido el Libro de Mormón de planchas de oro, y el Libro de Abraham de papiros antiguos, algunas personas de la ciudad decidieron tenderle una trampa creando estas planchas y engañarlo para que las traduzca.
Muchos en Nauvoo se mostraron muy emocionados al tener conocimiento de la aparición de estas planchas. Algunos pensaron que se trataba de una ampliación de las planchas que dieron origen al Libro de Mormón.
Supuestamente las planchas fueron encontradas por un tal Señor Robert Wiley en su granja en Kinderhook, Pike County, Illinois. Se limpiaron las planchas y fueron llevadas a Nauvoo por un tal W. Harris quien compartió noticias del descubrimiento con los anhelosos mormones en Nauvoo.
No existe ninguna declaración del Profeta José Smith sobre lo que él pensó de ellas. Algunas referencias en los periódicos y revistas de otros residentes de Nauvoo parecen indicar que el Profeta las consideraba elementos antiguos genuinos. Sin embargo no hizo ningún intento por estudiarlas o traducirlas y pronto el incidente quedó casi totalmente olvidado.
Muchos años después, uno de los hombres que falsificara las planchas admitió su falsedad. Habían planeado humillar al Profeta Mormón revelando la farsa después que él las tradujera, pero sus planes quedaron frustrados ya que José ni siquiera intentó hacerlo.
A inicios del siglo veinte, se encontró una de las planchas. Estuvo sujeta a evaluaciones inconclusas por la Sociedad Histórica de Chicago en 1920. En 1980, la plancha fue sometida a evaluaciones mayores que mostraron que en verdad era una farsa del siglo diecinueve.
Muchos escritores anti-mormones han intentado usar este incidente para demostrar que el mormonismo era falso, puesto que el Profeta Mormón fue supuestamente engañado por aquel montaje juvenil. Sin embargo, puesto que José Smith no sucumbió a la trampa y nunca intentó otra cosa que decir de su apariencia genuina, y hasta el hecho de que tal afirmación apareciera tan sólo en las memorias de alguien muchos años después, este incidente no prueba nada y ha sido mencionado por muchos para confirmar que José Smith fue un profeta, puesto que nunca fue engañado y nunca trató de traducirlas.
Información Adicional
Kinderhook Plates Brought to Joseph Smith Appear to Be a Nineteenth-Century Hoax